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La autoevaluación

Publicado por Hilda Fingermann

Tal como lo indica su nombre es la técnica de evaluarse a sí mismo, y es un proceso reflexivo sobre la marcha del proceso enseñanza-aprendizaje que debe hacer tanto el alumno como el docente, para encaminarlo, corregirlo, reforzarlo, adaptarlo, todo en vistas a mejorar su calidad. También las propias instituciones pueden y deben realizar una evaluación interna o auto-evaluación, para observar si los objetivos a corto y largo plazo van en rumbo satisfactorio hacia su cumplimiento.

Para el alumno, la autoevaluación es una técnica que promueve su autonomía y responsabilidad, siempre que sea hecha bajo la supervisión y guía del docente, quien sin darle las respuestas a su valoración debe explicarse cómo se evalúa, los aspectos cuantitativos y cualitativos a tener en cuenta, dejando también en claro que eso no tendrá influencia en la promoción de curso o materia, ya que eso atentaría contra la objetividad de la valoración. Es simplemente un medio para conocerse a sí mismo como parte del proceso de metacognición.

El propio educando deberá ser quien aprecie sus tareas en cuanto a su calidad y oportunidad de presentación, su participación en clase, el grado de solidaridad hacia sus compañeros, su empeño, etcétera lo que podrá calificar como malo, regular, bueno o muy bueno o con una escala numérica. También conviene que reflexione sobre sus conocimientos previos y los nuevos que ha adquirido, a lo que se debe agregar, lo que falta por aprender.

El alumno aprenderá a realizar introspección, a pensar sobre los cambios que se están operando en su estructura cognitiva, a tomar en sus manos la tarea de criticarse a sí mismo, para mejorar, lo que le servirá a posteriori en los distintos aspectos de su vida personal y social.

No es tarea fácil, y por ello debe estar la guía del adulto que lo ayude a verse a sí mismo, dialogar sobre las apreciaciones vertidas en la evaluación, pero cuidado, sin imponer el punto de vista personal del maestro, sino invitándolo a repensar.

Si el alumno vertió sobre sí mismo sólo consideraciones negativas hay que mostrarle aspectos positivos, para reforzar su autoestima, y sólo vio aspectos positivos, se debe mostrar que no es malo descubrir los propios errores, que todos tenemos, como única forma de mejorar. Un buen alumno no es el que cree saberlo todo sino el que tiene conciencia de lo que le falta saber, y se esfuerza por conseguirlo, lo mismo que no es buen docente aquel que cree saberlo todo sino el que cada día se propone añadir, corregir sus estrategias, conocer más a sus educandos, y mejorar en calidad y cantidad la educación de sus alumnos.