Dimensiones del currículo
Considerado el currículo como cada uno de los planes de estudios que se implementan dentro de un establecimiento educativo, para cada materia dentro de cada curso, al hablar de dimensiones del mismo, lo haremos para analizarlo en su extensión, partes y direcciones, o sea, qué se comprende dentro de este plan, entendido como secuenciación de contenidos, estratégica y ordenadamente dispuestos hacia un fin, que debe ser evaluado para conocer si se consiguió.
El currículo tiene diferentes dimensiones, la teórica, la práctica o aplicada, la metodológica y la social, todas ellas interrelacionadas y además abiertas, a toda situación sorpresiva que pueda modificarlo (por ejemplo, una crisis económica, un conflicto internacional, etcétera, que no hubiera sido tomado en cuenta debe incluirse por afectar directamente el hecho educativo).
La dimensión teórica comprende los contenidos conceptuales adaptados a cada etapa de la escolarización, secuenciados en períodos, evaluables y flexibles, de modo que pueda avanzarse, pero a la vez retroceder, si los contenidos previos no son suficientes para servir de anclaje de los nuevos, y a la vez para establecer relaciones entre ellos.
La dimensión práctica o aplicada comprende llevar la teoría a la aplicación concreta de lo aprendido, experimentando, investigando y resolviendo problemas concretos.
La dimensión metodológica supone conocer y poner en práctica las estrategias necesarias para incorporar los conocimientos teóricos y prácticos. Son las habilidades y destrezas (los contenidos procedimentales) que permiten a través de ciertos pasos conseguir el aprendizaje buscado (resumir, comparar, planificar, analizar, sintetizar, etcétera).
La dimensión social consiste en incorporar los contenidos actitudinales, aprender a relacionarse con otras personas adultos o pares, de modo eficaz, solidario, respetuoso y cooperativo. Conocer las necesidades y fortalezas del entorno directo e indirecto, tanto humano como medio ambiental en que se está inmerso, para ser poder llegar a constituirse en un integrante socialmente útil y feliz.