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Docente de secundaria

Publicado por Hilda Fingermann

Ser docente nunca ha sido una tarea fácil, más aún en estos tiempos tan complejos, y especialmente si nos toca impartir enseñanza a adolescentes entre los 13 y 15 años, atravesando la crisis de la adolescencia en su plenitud.

Dotados de extrema paciencia nos sentimos más ocupados en contener que en enseñar, pues es difícil captar su atención que se encuentra profundamente dispersa. Sus cambios de humor, sus respuestas insolentes, su despreocupación en las tareas escolares, son el sello característico de muchos de ellos, que entorpecen la labor docente e impide al resto del alumnado, quienes parecen no verse tan afectados por sus cambios psicofísicos, aprender como se merecen.

¿Por qué algunos pueden contener estos sentimientos y la crisis que los embargan y otros no? Justamente esto hace a las diferencias individuales, a la contención familiar y del entorno, a su historia de vida, etcétera, pero lo cierto es que dar clases en la secundaria, es muy difícil. Hay que ayudarlos y acompañarlos en su desarrollo físico y psicológico, poner límites, enseñar lo que se pueda, imponer hábitos sanos, tratar de motivarlos relacionando los temas propios de la asignatura con sus propias vivencias, etcétera.

La irrupción de los medios masivos de comunicación, la tecnología, la globalización exige a los docentes actualizarse en estos aspectos, para hacer las clases más interesantes y atractivas. Otro desafío es hacer entender al alumnado que la tecnología se usa también para aprender y no sólo para chatear o jugar a video juegos.

La inclusión de jóvenes que estaban fuera del sistema, ha sido un logro, pero también constituye un desafío, pues no les resulta fácil ni a ellos ni a los compañeros ni a los docentes, compartir códigos y normativas, en aulas donde reina la diversidad y la cantidad de alumnos, y poco se hace para que esta inclusión sea efectiva, y por lo tanto personal, atendiendo a las particularidades de cada caso, por ejemplo, con acompañamiento tutorial, para aquellos con bajo rendimiento o problemas de conducta.