Educación y neoliberalismo en Argentina
Entendido el neoliberalismo como la forma de gobierno donde el Estado interviene poco en las relaciones económicas y sociales, su impacto en la educación es importante, ya que el Estado no aparece como garante de la educación.
En Argentina el apogeo del neoliberalismo, que había comenzado a partir de la crisis del Estado de Bienestar a nivel mundial en 1970, se produjo en la década de 1990, con la consecuencia de que se privilegió la actividad privada por sobre la pública y la necesidad de que los nuevos ciudadanos a formarse en los establecimientos escolares pudieran integrar con eficacia los cuadros empresariales y del mundo del trabajo del mundo globalizado. El comercio y la cultura se abren al mundo, pero en distintas condiciones según se sea pobre o rico y esto abarca tanto a los países como instituciones políticas como a los ciudadanos que se albergan en ellos en forma individual. Cada uno deberá pelear por un lugar en el escenario social con las armas que dispone sin que el Estado trate de igualar oportunidades beneficiando a los que menos tienen, como ocurre en el Estado de Bienestar.
La educación neoliberal privilegia la calidad y la eficacia; y los establecimientos de enseñanza, sean públicos o privados, se manejan de modo similar a cualquier empresa, subordinando la educación a la producción, y siendo deseable que los resultados sean buenos en términos productivos y de rentabilidad, bajo la regla de mínimos costos y maximización de beneficios. Las escuelas públicas son un gasto necesario, pero gasto al fin, pero el Estado neoliberal no puede abandonarlas del todo a su suerte, pues es el único lugar que encuentran los postergados y excluidos sociales para refugiarse y poder alimentarse en su hambre de comida y educación. Protegerlos de alguna manera es necesario para no alterar la paz social.
Las escuelas nacionales pasan con sus respectivos gastos, a manos de las provincias por la Ley de Transferencia, y se dictan, además la Ley Federal de Educación y la Ley de Educación Superior. Esto, se argumentaba se hacía en vistas al federalismo, pero encubiertamente se pasaban a las provincias graves problemas económicos ya que los recursos, no se asignaban en forma directa.