Sarmiento y la educación
Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888) trascendió en la Historia Argentina, más que por su rol político (alcanzó la distinción de ser presidente de la nación) como educador, siendo su influencia tan significativa en este campo, que en 1943 fue proclamado como “Maestro de América, en 1944 como “Maestro Universal de la Educación de los Pueblos, y en 1947 la Conferencia Interamericana de Educación proclamó al 11 de septiembre, día de su deceso “Día Panamericano del Maestro”.
Fue un niño precoz, llegando a ser maestro con tan solo 15 años. En su obra “Método de lectura Gradual” (1845) defendió la educación pública y popular como medio para lograr el progreso social, en un tiempo en que las escuelas eran pocas y el índice de analfabetismo demasiado alto. En obras posteriores amplió sus conceptos, advirtiendo la importancia de una educación pragmática, práctica, científica, laica y utilitaria, para todos, varones y mujeres, como modo de que la civilización triunfe sobre la barbarie.
Fundó escuelas primarias y normales para formar maestros, en Corrientes, Concepción del Uruguay y Paraná, estas dos últimas en la provincia de Entre Ríos.
En 1869 inauguró el Colegio Militar y tres años más tarde, la Escuela Naval. En San Juan, Mendoza, Tucumán y Salta fundó escuelas de arboricultura. También gracias a su gestión nacieron en Córdoba, la Academia de Ciencias, La Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, la Biblioteca Nacional de Maestros, y el Observatorio Astronómico.
A su gestión se debe la sanción de la Ley de Educación 1420, que estableció la educación gratuita, laica y obligatoria.
Admirador de la cultura europea, trajo de allí gabinetes científicos y colecciones sobre historia natural.