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Peronismo y educación

Publicado por Hilda Fingermann

La educación siempre ha sido un instrumento clave en la política, y el gobierno cualquiera sea su ideología se ha valido de ella para inculcar en los futuros ciudadanos los valores que considera positivos, además de buscar apoyo en su gestión (legitimidad).

El gobierno peronista fue sin duda un claro exponente de utilizar la educación como propaganda política, pero no debemos dejar de resaltar los méritos que en esta materia tuvo, y los esfuerzos para que los menos favorecidos pudieran lograr una educación de calidad. Reconocer a Perón como un gran luchador contra el analfabetismo es ciertamente solo observar los resultados de la democratización de la enseñanza y un fuerte adoctrinamiento en valores positivos.

En el marco de la política educativa peronista, se implementaron diversas reformas que buscaban mejorar la calidad y accesibilidad de la educación. Se promovió la educación técnica y profesional, con el objetivo de formar a los jóvenes para el trabajo y la producción. Además, se impulsó la creación de nuevas universidades y la expansión de las existentes, buscando descentralizar la educación superior y acercarla a las distintas regiones del país.

Actualmente la incorporación de la asignatura “Política y Ciudadanía” en las escuelas, incluye un programa de alto contenido ideológico. En el gobierno peronista, la materia se denominaba “Cultura ciudadana” y la propaganda al peronismo era aún más clara y directa, pues la figura de Perón era paternalista.

Durante su primer gobierno se crearon escuelas, incluyendo técnicas y para adultos, y se becó a los alumnos pobres. Las escuelas contaban con comedores escolares. La educación religiosa se impartió en las escuelas tanto primarias como secundarias hasta 1954. Su derogación por parte de Perón le creó un grave conflicto con la Iglesia.

La democratización de la que hablamos es referida a la inclusión de todos los niños en la escuela, pero no con respecto a los contenidos educativos ni a la forma de desarrollar las clases, pues esto estaba prolijamente pautado. “Cuadernos para el Maestro Argentino”, publicado por el Ministerio de Educación era un manual de instrucciones al que los maestros debían estrictamente atenerse.

La crítica más repetida por los antiperonistas es que se enseñaba a leer utilizando frases tales como “Evita me ama”. Entre los textos de lectura obligatoria, se incluyó a la muerte de Evita “La razón de mi vida” de contenido autobiográfico.

La Universidad perdió autonomía, quedando bajo la órbita estatal con la sanción de la ley 13.031 de 1947. Esto fue profundizado con la ley 14.297 de 1954. La constitución de 1949 les reconocía una seudo autonomía pues autorizaba que se la limitara por ley. Sin embargo se estimuló la investigación científica.

Se crearon las facultades de Arquitectura y Odontología, Derecho tuvo un nuevo edificio, y se fundó la Universidad Tecnológica.

La educación técnica, siguiendo el pensamiento en pro de la industrialización, fue muy estimulada, creándose escuelas fábrica, y la Universidad Obrera Nacional. El 6 de julio de 1944 se dictó el decreto Nº 17854, por el cual se creó la Dirección Especial de Enseñanza Técnica.

Además de la creación de nuevas instituciones educativas, el gobierno peronista también se enfocó en mejorar la infraestructura existente. Se construyeron nuevos edificios escolares y se renovaron los ya existentes, con el objetivo de proporcionar un ambiente de aprendizaje adecuado para los estudiantes. También se implementaron programas de formación y actualización para los docentes, buscando mejorar la calidad de la enseñanza.

El gobierno peronista también promovió la educación para adultos, reconociendo la importancia de la educación a lo largo de la vida. Se crearon programas de alfabetización y se ampliaron las oportunidades para la educación secundaria y superior para adultos.

En el ámbito de la educación superior, se promovió la investigación y el desarrollo científico y tecnológico. Se crearon institutos de investigación y se otorgaron becas para estudios de posgrado, tanto en Argentina como en el extranjero.

En resumen, aunque la política educativa peronista tuvo sus críticas y controversias, también tuvo logros significativos en términos de expansión y mejora de la educación en Argentina.