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Modelo academicista

Publicado por Hilda Fingermann

El modelo academicista propio de la enseñanza tradicional del siglo XIX, vigente hasta 1950, y que se mantiene en ciertos ámbitos académicos especialmente universitarios, trata de impartir la mayor cantidad de conocimientos, metódicamente dispuestos en una rígida planificación, en un ambiente ordenado y prolijo.

El maestro, como poseedor del conocimiento debe transmitirlo al alumno, que lo recibe en forma pasiva y acrítica, siendo cada vez mejor cuánto más pueda reproducir en forma literal lo incorporado. Es un método deshumanizado, no democrático, eficaz en cuanto al cumplimiento de objetivos, pero donde se responde en virtud de una motivación extrínseca que es la de evitar el castigo, y no por el deseo de saber, crear y descubrir.

Se elaboran manuales a los que se circunscribe la práctica educativa, debiendo el maestro adecuarlos y preparar actividades que contribuyan a ampliar esos contenidos, preferentemente a través de dictados, que cuánto mejor y más literalmente se repitan, mayor será la calificación obtenida.

Existen reglas de conducta rígidas, el respeto a la figura del maestro es fundamental como autoridad indiscutible e incuestionable, para garantía del orden que debe reinar en el salón de clases, cuyo mobiliario está dispuesto en forma ordenada para la tarea individual.

Se toma en cuenta el esfuerzo personal, la buena conducta, el respeto a sus compañeros y al docente, lo que en estos aspectos debieran ser destacados sus logros, ya que las nuevas corrientes educativas, más dinámicas, centradas en el estudiante, al que le permiten un acercamiento más directo a su maestro que es orientador del niño en su proceso de aprendizaje activo (todo esto muy saludable) debieran no alejarse tampoco de mantener un orden adecuado y el respeto hacia los demás, que una escuela democrática mal entendida, podría dejar de lado. Si bien no compartimos considerar al docente como el que monopoliza la verdad del conocimiento, el respeto a su figura como autoridad del aula actualmente parece haberse perdido en muchos establecimientos educativos, lo que debería ser repensado.