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Educación tradicional

Publicado por Hilda Fingermann

La tradición es el conjunto de costumbres repetidas desde antaño, que van pasando indiscutiblemente de generación en generación. Por ese motivo recibe el nombre de educación tradicional la que se venía aplicando en a formación de la juventud, desde la antigüedad griega, hasta el siglo XX.

Esa educación tradicional se basaba en una serie de principios que aseguraban la continuidad de las ideologías por la transmisión acrítica de contenidos. Debemos igualmente hacer la aclaración de que Sócrates ya aplicó el aprendizaje por descubrimiento en su método llamado mayéutica, pero sus innovaciones pedagógicas, le valieron una condena a muerte, por incitar a los jóvenes a la reflexión crítica.

En la enseñanza tradicional, que se mantuvo hasta mediados del siglo XX, se concebía a la educación como una transmisión de conocimientos acumulados a lo largo de varias generaciones que debían hacerse conocer a los nuevos integrantes de la sociedad, que los recibían como algo inalterable e indiscutible.

La Edad Media dominada por la iglesia, el enciclopedismo de la Edad Moderna, demandaban acumular conocimientos, que se recibían de quienes sabían, pues ya los habían aprendido antes (los maestros) a quienes debían incorporarlos como verdades absolutas a sus cerebros, sin intervención en este proceso.

El protagonista de la enseñanza era el maestro, limitándose el alumno a atesorar ese legado cultural, donde por ejemplo los próceres se mostraban como semidioses carentes de defectos, alejados de lo mundano, y debían repetirse de memoria sus hazañas.

Se sostenía que los niños tenían un coeficiente intelectual medible, que determinaba su grado de inteligencia y sus posibilidades de aprendizaje. Eran personas educadas para obedecer y no para cuestionar, lo que estaba acorde con el sistema político de la época.

Es con el pensamiento democrático, surgido a partir de pensadores como Rousseau (1712-1778) que comienza a verse al niño como un ser curioso, capaz de aprender de la naturaleza y en libertad, reconociendo su capacidad para aprender descubriendo por sí mismo.

Piaget (1896-1980) avanzará sobre el desarrollo evolutivo de la mente humana, y David Ausubel desarrollará el aprendizaje significativo (1918-2008) todo lo que contribuirá a quitar relevancia a la enseñanza tradicional para poner el eje y centro del proceso en el educando que ahora será el sujeto protagónico de su propio aprendizaje, con la posibilidad de cuestionar, debatir y argumentar, para formar ciudadanos que obedezcan las órdenes razonables y propugnen a través de medios democráticos (diálogo, comunicación o recurrencia a la justicia) el cambio de normas y valores cuestionables, en pos de un mundo mejor y con mayor justicia.