Aprendizaje basado en problemas
El ABP o aprendizaje basado en problemas es un método que puede emplear el docente para lograr un aprendizaje significativo, y que el alumno adquiera contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales.
Comienza con el planteo de un problema, una pregunta que despierte interés, pudiendo o no ser una cuestión real, y para cuya resolución se deba indagar, contrastar teorías y/o experiencias, integrar contenidos de varias asignaturas, elegir en forma lógica, realizar críticas, para finalmente arribar a una solución real o posible, o a la conclusión que aún deben seguir investigando pues quedan dudas pendientes, las que deberán especificarse, para ser objeto de una nueva investigación. La meta es que todos aprendan, sin competencia, sumando saberes, ideas y motivándose entre los miembros del grupo cuyo número es variable, recomendándose que sean entre 4 y 6.
Primero debe entenderse cuál es la situación problemática, a qué apunta, con qué elementos se cuenta y qué aspectos plantean dudas e interrogantes, evaluar todas las posibilidades, elegir las más acertadas y eficaces, siendo esto flexible pues si una vez que se creyó que se estaba por buen camino los resultados no fueron los esperados se deben considerar otras alternativas hasta hallar alguna o algunas viables.
La guía del docente no se limita a entregar la problemática la que debe ser motivadora y susceptible de despertar el espíritu creativo y crítico, sino a guiar el proceso de búsqueda de la solución, dando pistas, orientando en la bibliografía, sugiriendo estrategias cuando el camino hacia el propósito se dificulte demasiado, etcétera, aunque siempre estimulando a que sean los propios educandos los que busquen el camino que crean adecuado de modo cooperativo, y en vistas a sentirse partícipes y constructores de su proceso educativo.