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Alumnos con disgrafía

Publicado por Hilda Fingermann

Alumnos con disgrafíaPrimero vamos a definir disgrafía: Se trata tomando literalmente el término, de una dificultad para escribir. Es la falta de aptitud para dibujar las letras de modo claro y prolijo. Quienes tienen este problema, escriben muy rápido o muy lento, con letras muy grandes o diminutas, no respetan los renglones, lo que les impide comunicarse por escrito de modo eficaz, y se constituye en una causa de bajo rendimiento escolar, ya que muchas tareas y evaluaciones se hacen por escrito, y al resultar las producciones ilegibles, resultan anuladas, cuando muchas veces, son alumnos sumamente capaces.

Las causas para que esto ocurra son varias: puede estar vinculado a problemas emocionales, falta de maduración, obedecer a trastornos perceptivos y/o motrices, a problemas de adecuación temporo-espacial, mala postura, malos hábitos de tomar el lápiz, ser zurdo o ambidiestro, etcétera.

DisgrafíaLos maestros que reprenden al niño cuya letra resulta muy dificultosa de leer cometen el error de creer que es una acción voluntaria, y que solo basta que el estudiante se proponga mejorar su caligrafía para lograrlo. No es así, se necesita un esfuerzo conjunto de educando y educador para obtener buenos resultados, y realizar consultas con profesionales especializados para descartar problemas neurológicos si se trata de casos graves que no registran avances a pesar del esfuerzo y las estrategias implementadas. En ocasiones se presenta asociado a la dislexia.

Se debe observar que el alumno esté sentado en posición adecuada, con la espalda recta, cerca del escritorio (no inclinado sobre la hoja) enseñarle a tomar el lápiz de forma correcta, ni muy cerca ni demasiado lejos de la punta, hacerles trabajar con dibujos geométricos, manipular materiales como por ejemplo plastilina, aprender a recortar, trazar líneas rectas y curvas, unir líneas punteadas, dibujar las letras de a una, respetando sus formas y su posición sobre los renglones y los márgenes, para lo cual es bueno usar al principio hojas cuadriculadas, tratando siempre de que el educando esté relajado y disfrute de sus logros, sin apurarlo. Tal vez escribir de modo legible le lleve al principio más tiempo que al resto de sus compañeros para terminar la tarea; se debe entonces, no presionarlo: ya podrá automatizar el proceso y escribir con mayor soltura, es cuestión de tiempo y que se haga con naturalidad. La ansiedad y el apuro por ver rápido los resultados solo contribuyen a empeorar las cosas.

Si el problema es ortográfico y no caligráfico, se trata de disortografía, aunque pueden presentarse juntos.