Las consignas escolares
Las consignas escolares son pautas que da el docente para orientar la tarea de los alumnos. Pueden consistir en diferentes acciones dependiendo de la asignatura y del propósito buscado: describir, resumir, dibujar, calcular, imaginar, etcétera. Por ejemplo: “Lee el texto de la página 22. Extrae tres conceptos que te llamen la atención. Defínelos y luego realiza una oración con cada uno de ellos”, “Luego de escuchar el cuento que leímos en clase, imagina otro final para el mismo” o “Realiza las operaciones matemáticas que están en el pizarrón, luego de copiarlas en tu cuaderno, y luego verifica sus resultados haciendo las pruebas correspondientes”.
Deben estar formuladas de modo claro, no ser demasiado extensas, aunque pueden estar secuenciadas, y adaptarse a la madurez del educando. Esto no significa que no podamos expresarlas con palabras que los estudiantes no conocen, pues es una buena ocasión para enriquecer su vocabulario y usar el diccionario.
Entender las consignas es la primera etapa para lograr una buena comprensión lectora. Muchas veces las tareas se hacen mal porque no se entendió cuáles eran los requerimientos, a veces por leerlas apurados y querer terminar rápido con los deberes, y otras, porque realmente falta estimular el aprendizaje significativo, y se intenta cumplir con las obligaciones escolares de modo mecánico, y no reflexivo.
Las consignas deben comenzar siendo fáciles, aumentando gradualmente la complejidad a medida que se vea que los alumnos están capacitados para resolverlas; si vemos que cuesta avanzar, podemos intentar resolverlas primero en forma grupal y con la ayuda del maestro, de acuerdo al concepto de “zona de desarrollo próximo” de Vygotski.