Educación
Inicio Estrategias didácticas Los vóucher educativos

Los vóucher educativos

Publicado por Hilda Fingermann

¿Qué son?

Los vóucher educativos son vales o cheques escolares, cuya idea de implementación se debe al economista neoliberal estadounidense, Milton Friedman (1912-2006) defensor de la economía de libre mercado, que lo propuso en 1955, en su obra “El papel del gobierno en la educación”, pensamiento que fue desarrollado y adaptado a las situaciones de cada lugar, en los años siguientes.

¿El por qué?

Ante las acusaciones de inoperancia del sistema educativo público, esta nueva forma de intervención estatal en la política educacional, en todos los niveles de enseñanza, consiste en realizar una inversión del financiamiento educativo; para que, en lugar de subsidiarse a los centros de enseñanza, que presentan la oferta educativa; se lo haga a los padres de los estudiantes que la requieran (a la demanda). Los padres, que reciben el vóucher por cada hijo en edad escolar, son libres de elegir a qué escuela mandarán a sus hijos, lo que obliga a los centros de enseñanza a mejorar su calidad para hacerse competitivos y acaparar esa demanda, que ahora puede elegir, entre educación pública y privada, y, dentro ellas, a qué centro de enseñanza específico.

El gobierno, entonces, no se desentendería del financiamiento educativo, sino que contribuiría a que las escuelas privadas crezcan, y se disputen la matrícula, obligando a mejorar su calidad, y permitiendo el acceso de estudiantes de bajos recursos a escuelas de mejor nivel. Con respecto al plan de estudios se limitaría a imponer un plan básico, que cada institución podría adaptar.

Países que lo han implementado

Los países que actualmente poseen este sistema son, algunas regiones de Italia, y algunos estados estadounidenses, Australia, Nueva Zelanda, Suecia y Dinamarca.

En América Latina, fue implementado en Chile en 1881, con resultado negativo. No se tuvo en cuenta el nivel de ingresos familiares, y fueron entregados los vales a todos los estudiantes. Como la demanda era prioritaria para el sector privado, estos establecimientos pudieron seleccionar su matrícula, mientras que las escuelas públicas debían recibir toda la demanda. En 2008, se cambió el sistema, creándose el SAP (Subsidio Escolar Preferencial) entregándose los vales de acurdo a los ingresos familiares.

Otro caso fue el de Colombia, mediante el programa PACES, a finales de 1991, donde los cupones escolares destinados a estudiantes pertenecientes a familias de ingresos bajos, fueron obtenidos por sorteo, y se renovaban en forma anual, si el estudiante demostraba que su trayectoria escolar había sido exitosa, aunque no cubría todo el costo que los educandos debían invertir. Las pruebas mostraron que los alumnos mejoraron su rendimiento, y aumentó la demanda por la educación privada.

Consecuencias generales

La consecuencia es un alto crecimiento de la educación privada, que es la más seleccionada, y que se supone, para los defensores de este sistema, es la que mejor administra los recursos, cuidando y bajando los costos. Las escuelas públicas quedaron reducidas a unas pocas, en lugares aislados, donde la escasa cantidad de alumnos no justificara la instalación de un centro de enseñanza privado.

Los opositores a este sistema, se basan en que se parte del preconcepto de que la educación privada es mejor que la pública, a la que terminarían de aniquilar. Además, si no es para todos, la suerte decidiría qué niños tienen la posibilidad de contar con los vales. Se argumenta que una mayor inversión en la educación pública remediaría los problemas existentes. La eficacia del programa también fue puesta en tela de juicio por un estudio que efectuó la Alianza para la Investigación en Educación perteneciente a la Universidad de Tulane, sobre los estudiantes de Louisiana, a quienes se les dio vales si no tenían ingresos suficientes e iban a escuelas de baja calidad. Este estudio no mostró cambios relevantes en cuanto al rendimiento escolar de los alumnos que optaron por cambiar de escuela.

Además, se sostiene, que las escuelas privadas, no por contar con vóucher, aceptan a todos los alumnos, sino que siguen discriminando y eso es lo que les asegura mejor efectividad.