San Martín y la educación
Si de valores se trata, el general José de San Martín, con su ejemplo fue un maestro de virtud y heroísmo. Enseñó con sus acciones y su palabra a los integrantes de su ejército, a quienes instruyó sobre técnicas modernas de combate, y propició la creación de escuelas públicas y de carácter gratuito de acuerdo al pensamiento liberal propio de su época. No se dedicó a la docencia de modo profesional, sino a las armas, tareas que parecen incompatibles, pero educó de todos modos, incentivando la creación de establecimientos educativos públicos, gratuitos y laicos, y pregonando ideales que deben mantenerse eternamente vigentes.
En el año 1816, como gobernador de Cuyo, cargo que desempeñaba desde 1814, realizó una importante obra a favor de la educación. Su tarea fue continuada y concretada por Toribio de Luzuriaga, quien ocupó su cargo, cuando San Martín aceptó conducir el Ejército de los Andes. El Colegio de la Santísima Trinidad fue fundado en 1817.
Al arribar a Perú para su campaña libertadora, se ocupó de alfabetizar a aborígenes y negros, a quienes también les brindó la posibilidad de que aprendieran un oficio, consideraba que solo con gente ilustrada los pueblos podían progresar material y moralmente.
Se preocupó denodadamente de que su hija Merceditas recibiera una sólida y virtuosa educación, basada en la verdad, la humildad y el respeto de sus semejantes y la naturaleza en general, como la que quería para el resto de los ciudadanos. Las máximas que escribió para ella nos muestran la sensibilidad y carácter humanístico de sus pensamientos.