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Cómo aprender a redactar

Publicado por Hilda Fingermann

Cómo aprender a redactarEl aprendizaje de la redacción comienza desde que comenzamos a escribir y a leer. Redactar necesita de una técnica, de una teoría y una práctica habitual. Como todas las cosas en la vida, cuanto más las practicamos nos salen mejor.

El niño redacta sus primeras palabras y luego las une en oraciones. Ya en éstas, pueden tratar el docente o los padres, de que el niño vaya enriqueciendo su vocabulario y conociendo recursos literarios para embellecer las frases. Conviene hacerles leer cuentos o poesías, de autores varios, y redactarles alguno mal, ex profeso, para que evalúen críticamente cómo el autor puede expresar sus sentimientos o contar una historia de un modo atractivo e interesante; y cómo, el mismo tema, puede sonar aburrido, confuso o simplemente feo, si está mal redactado.

La riqueza del vocabulario es muy importante para “que no falten palabras” a la hora de expresarse, para lo cuál, el hábito de la lectura debe adquirirse desde edades tempranas. Ayudarse con diccionarios, es una buena práctica para saber el significado de ciertos vocablos, o reemplazarlos por sinónimos para evitar redundancias.

El uso adecuado de los signos de puntuación, contribuye a dar el sentido correcto al relato, para lo cuál es esencial saber usarlos. Otro tanto puede decirse del cuidado que debe tenerse en el uso correlacionado del género y número en sustantivos y adjetivos; y en redactar todo en el mismo tiempo verbal.

No debe excederse en adjetivaciones y recursos, que si bien contribuyen a embellecer la obra, pueden también saturarla y quitarle importancia al tema central.

No olvidar que no es lo mismo redactar una carta comercial que dirigirla a un amigo; pudiendo en este caso incorporarse palabras afectivas o bromas, que resultarían inadecuadas en el primer caso. Escribir una poesía, permite ciertas licencias y empleo de metáforas, comparaciones, o imágenes, que podrían quitarle objetividad si se las usara al redactar un informe de investigación.

Una vez realizada la tarea de redacción conviene releerla, por lo menos dos veces para detectar posibles errores, verificar si el mensaje que se desea transmitir es claro y el estilo resulta adecuado.