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¿Cómo mejorar la redacción?

Publicado por Hilda Fingermann

RedacciónRedactar es armar un texto con el fin de expresar ideas o sentimientos. Hay personas que utilizan la redacción en su trabajo como un medio imprescindible, como los escritores, poetas o periodistas; pero todos en general, redactamos en muchos momentos de nuestras vida: cuando enviamos una carta personal, cuando confeccionamos una solicitud de empleo, cuando enviamos una invitación o una felicitación, cuando hacemos una evaluación escrita, etcétera.

Redactar es una actividad donde intervienen la emoción y la razón, y su función esencial es lograr comunicar con eficacia lo que quiso decir el que redactó el texto para que sea entendido por quien lo lee. Luego, dependiendo del tipo de redacción podrá tener otras funciones: por ejemplo si se trata de una publicidad, su función será persuasiva.

En la correcta redacción intervienen, además de la coherencia; la calidad ortográfica, la buena construcción sintáctica de las frases, la semántica (que el significado de la palabra usada, concuerde con lo que se quiso decir) y la puntuación adecuada. También debe tenerse en cuenta al redactar el objetivo: si es una carta familiar deberá ser expresada en términos coloquiales, los que no deben emplearse en una redacción formal.

Para redactar es fundamental, ordenar las ideas para que al expresarse no resulten confusas, corregir las faltas de ortografía y emplear bien los signos de puntuación, ya que de lo contrario pueden cambiar todo el sentido del mensaje. Si es un texto manuscrito debe cuidarse además, la caligrafía y la prolijidad. El escrito no debe ser tan breve que no llegue a informar la idea completa, ni tan extenso que aburra al lector y le haga perder de vista la idea principal. Las oraciones muy largas tienden a hacer perder el sentido de lo expresado. En los textos literarios se deben introducir ciertos recursos, como comparaciones o metáforas que cumplen la función de embellecer el relato, pero con el cuidado de no restar con tantas adjetivaciones y adornos, la calidad temática.

Luego de redactar el texto, conviene leerlo, para asegurarnos de que no tiene errores y resulta entendible.

Es frecuente que la gente diga: “Sé lo que tendría que escribir pero no sé cómo expresarlo” y esto se debe a la pobreza de vocabulario, para lo cuál lo mejor, es estimular desde edad temprana el gusto por la buena lectura.

Si bien lo innato cumple una función relevante, ya que muchos tienen el don de redactar muy bien; los que sienten que les cuesta, pueden mejorar muchísimo con la práctica, como sucede con cualquier actividad. Lo peor es creer que no podemos logarlo. Empezar con redacciones cortas y simples, aumentando poco a poco la complejidad. El diccionario es un gran aliado.